Debemos Aprender a Reconocer la Diferencia Entre las
Sanidades Iniciadas por Dios Y las Iniciadas por la Fe del Hombre
Mucha
gente no logra recibir su sanidad porque no se da cuenta que hay una diferencia; a veces Dios quiere hacer algo sobrenatural pero a veces es tu simple fe.
Me acuerdo en Estados Unidos cuando asistí a un programa de TV de Oral Roberts; cuando empezó a fluir la Palabra de Conocimiento, las personas que estaban a mis costados, la que estaba adelante y la que estaba detrás recibieron su sanidad por ese don del Espíritu. Y teniendo 19 años me pregunté: "¿Por qué no hubo palabra para mi?" Bueno en primer lugar porque no estaba enfermo y no la necesitaba. Pero aún, si hubiera estado enfermo eso no importaba, yo podía iniciar mi sanidad con mi propia fe.
Veamos en Juan 5:1-9 vemos un ejemplo de la sanidad iniciada por Dios:
“Después de estas cosas había una fiesta de
los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta
de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda (Misericordia), el cual
tiene cinco pórticos. En estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y
paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. Porque un ángel descendía de
tiempo en tiempo en el estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía
al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad
que tuviese. Y había allí un hombre que hacia treinta y ocho años que estaba
enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba mucho tiempo así, le
dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta
al agua cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes
que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel
hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.”
Estas sanidades eran iniciadas por Dios; cada cierto tiempo, enviaba un ángel al Estanque
de la Misericordia para que moviera el agua, y el primero que se tiraba al
estanque era sanado.
Esta
sanidad no era iniciada por la fe de alguien, era una expresión pura de la
misericordia de Dios. No era iniciada por la fe del hombre, era iniciada de forma
sobrenatural por Dios.
Los
dones de sanidades son manifestaciones sobrenaturales del poder de Dios. En 1
Corintios 12:9,11 dice: “... y a otro,
dones de sanidades por el mismo espíritu. Pero estas cosas la hace uno y el
mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.”
Mucha
gente esta esperando que Dios opere siempre de la misma manera. Piensan que
Dios siempre va ha iniciar las cosas siguiendo un patrón.
Si
Dios obra de una manera en servicio, piensan que el siguiente hará lo mismo;
pero las cosas no son así. Ellos pierden su milagro, esperando que Dios haga lo
mismo que hizo antes.
Las
cosas no son como nosotros queremos, las cosas ocurren como el Espíritu Santo
desea.
En
Hebreos 11:6 dice: “Pero sin fe es
imposible agradar a Dios. . . .”
Las
sanidades no siempre son iniciadas por Dios; por lo general, son iniciadas por
la fe de la persona que desea ser sanada.
En
Marcos 5:34, Jesús le dijo a la mujer del flujo de sangre, luego de recibir su
sanidad: “Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.”
Eso
es lo que Dios espera de ti, que te acerques en fe, y recibas lo que ha
provisto para ti.