Lo segundo que debes hacer es conocer lo que la Biblia dice acerca de la sanidad divina
Mucha gente no recibe sanidad y no puede ayudar a otros porque no sabe
lo que la Biblia enseña de la sanidad divina, y está lleno de tradiciones,
lleno de religiosidad, lleno de ideas preconcebidas, lleno de temor.
Hace años conocí un pastor joven, que tenía unos 40 años, al que le dio
cáncer, que decía que Dios le dio el cáncer para enseñarle algo.
Nunca supimos lo que Dios le quiso enseñar porque se fue al cielo.
Y sería gracioso sino es porque fue tan triste.
Mucha gente se va al cielo antes de tiempo diciendo: "Yo se que
Dios me va ha sanar; algún día Él me sanará".
La sanidad no es algo en el futuro. La sanidad se pagó hace 2,000 años.
Esa persona no está caminando en fe, sino en esperanza
En la misma cruz que Jesús estaba muriendo por nuestros pecados también
sanaba nuestros cuerpos.
En Isaías 53:4-5 podemos ver esto: "Ciertamente
llevó él nuestras enfermedades, y sufrió
nuestros dolores; y nosotros le tuvimos
por azotado, por herido de Dios y abatido.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre él, y
por su llaga fuimos nosotros curados."
Notemos que son palabras en tiempo pasado.
Llevó es en tiempo pasado.
Sufrió también es en tiempo pasado.
Fuimos es en tiempo pasado.
Si dice que Él sufrió nuestros dolores, llevó nuestras enfermedades y
por sus llagas fuimos curados, ¿cómo es eso de que Él me sanará algún día?
Dios ve las cosas en tiempo pasado y la gente ve las cosas en tiempo
futuro.
Porque la sanidad está apuntando siempre a la cruz; nuestra sanidad está
apuntando siempre a la cruz que fue el día que el precio fue pagado.
Ese día Jesús llevo tu enfermedad; ese día sufrió tu dolor, ese día por
su llaga fuiste tú curado.
Así que el punto no es que Dios te va a sanar sino recibir lo que ha
sido pagado, lo que ha sido cancelado, lo que Cristo ya hizo.
Jesús ya pagó el precio de tu sanidad, tu sanidad ya esta provista. Ya
está disponible para ti.
Mucha gente recibe su sueldo a través del banco; es decir, los
empleadores colocan el sueldo de su personal a través de un banco para que
ellos lo retiren en la fecha indicada.
En quincena o fin de mes, o en la fecha acordada el dinero es depositado
en el banco a nombre del empleado.
El dinero ya está dispuesto, la persona solo debe ir al banco, o al
cajero automático del banco y retirar su sueldo.
Ahora, ese dinero no será tuyo, el dinero ya es tuyo, lo único que haces
es retirar lo que te pertenece.
Si no quieres cobrarlo ese dinero sigue en el banco, sigue estando
disponible para ti porque es tuyo, sencillamente has decidido no retirarlo.
Del mismo modo ya fue el día del pago; Jesús ya pagó el precio por
nuestra sanidad hace 2,000 años; nuestra sanidad ya fue depositada en el banco
celestial, de nosotros depende acercarnos y retirar lo que ya fue depositado
para nosotros.
A los ojos de Dios el pago ya fue hecho, nosotros ya fuimos sanados por
las llagas de Jesús.
La sanidad ya es tuya, no tienes que trabajar para obtenerla, ya está dispuesta
para ti.
Puede que estés sufriendo, puede que tengas una enfermedad, pero en el
banco de Dios ya está provista tu sanidad.
Solo tienes que recibirla.
Pero el problema es que mucha gente no la recibe porque no sabe que ya
está dispuesta para ella.
Algunas personas dicen: "Dios me va a sanar si es su voluntad, si
Dios quiere sanarme el conoce mi casa, conoce mi teléfono y hasta mi correo
electrónico. Así que Él puede venir y avisarme".
No es así, Dios ya te sanó, solo vas a recibir lo que ya es tuyo; vas a
recibir lo que ya te pertenece.
¿Te acuerdas que el Espíritu Santo es las arras de nuestra herencia?
La arras sencillamente son el pie o anticipo que garantiza que lo que
compras ya es tuyo.
Cuando tu compras un auto o una casa al crédito tu das un pie o
anticipo, tu das la inicial, lo cual garantiza que el auto o la casa ya es
tuya.
Te dan el título de propiedad y ya puedes subirte al auto o entrar a la
casa y empezar a disfrutar de lo que ya es tuyo.
Del mismo modo, la garantía de tu herencia ya te fue entregada.
La sanidad ya te fue dada, es tuya, es parte de tu herencia, solo tienes
que recibir lo que te pertenece; y como tú sabes que te pertenece también
puedes compartirlo con otras personas.
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