sábado, 1 de septiembre de 2018

5 Tradiciones de Hombres que Obstaculizan el Recibir nuestra Sanidad - Parte 2


En esta segunda parte veremos otras tradiciones que nos alejan de la sanidad que Dios nos proveyó en Cristo.

Tercera Tradición 
El Aguijón en la Carne de Pablo era una Enfermedad 

Esta es una de la excusas favoritas de la gente religiosa. 

2 Corintios 12:7-10 
7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 
8 respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 
9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 
10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. 

El pensamiento que Pablo tenía una enfermedad que Dios no quiso sanar es ampliamente aceptada. Esta enseñanza ha guiado a que muchos crean que la voluntad de Dios debe ser que muchos de sus hijos estén enfermos. Esto ha tenido a muchos atados cuando deberían estar libres. 

Una creencia común es que Pablo sufría una dolencia en los ojos que lo tenía casi ciego. La Biblia declara que el Señor Jesús se le apareció en visión a Ananías y lo envió a imponerle las manos a Saulo para que reciba la vista (Hechos 9:12-17). El siguiente verso dice que Dios lo sanó. El concluir que Pablo tenía un problema en los ojos debido a su breve ceguera sería rebajar la obra de Dios. 

Recientemente estuve conversando con una pareja que querían saber acerca del famoso aguijón de la carne de Pablo; yo les dije que solo debían ir a los capítulos 11 y 12 de Segunda de Corintios para ver que cosa era el famoso aguijón de la carne. 

Una y otra vez Pablo dice que esa debilidad eran las aflicciones, tribulaciones y persecuciones que recibía debido al hecho de que había sido llamado para predicarle el evangelio a los gentiles. 

Es verdad que Dios permitió que Pablo tuviese ese “aguijón de la carne,” pero no fue obra de Dios. La Biblia dice que “fue permitido un mensajero de Satanás para abofetearle.” La Biblia no dice que este aguijón de la carne fuese una enfermedad. 

Note como se usa esta expresión “aguijón de la carne” en otros lugares de la Biblia. Antes que los hijos de Israel fuesen a la tierra de Canaán, Dios les dijo que destruyesen a los habitantes de esa nación, los cananitas, porque si no lo hacían, les darían problemas a los hijos de Israel, serían un aguijón en su costado. No se habla de enfermedad (Números 33:55). 

El aguijón de Pablo tampoco fue una enfermedad; fue un mensajero de Satanás enviado para abofetearlo. Esa palabra mensajero viene del término griego "angelos", que significa un ángel; era un ángel caído o demonio asignado por Satanás para obstaculizar su ministerio. En cada lugar donde iba Pablo, el diablo levantaba persecución contra Pablo. 

Pablo dijo en estos capítulos como es que fue apedreado, azotado y dejado por muerto, de los naufragios que sufrió y como fue descolgado por un muro en la ciudad de Damasco. 

En otras Epístolas escribió las veces que fue puesto en la cárcel y que incluso llegó a luchar contra fieras; en 1 Corintios 15:32 nos cuenta: “Si como hombre batallé en Efeso contra fieras, ¿qué me aprovecha?” 

A pesar de esto, en todos sus escritos donde habla acerca de persecuciones y tribulaciones nunca incluye enfermedades. En ningún lugar de la Biblia encontramos que en algún momento de su ministerio Pablo estuviese incapacitado por enfermedad. 

Le dije a esta pareja: “Miren bien lo que dice el libro de Hechos; ¿Qué pasaba cada vez que Pablo entraba a una ciudad? ¿Lo recibían con los brazos abiertos?” 

Ellos me respondieron que no, que por donde iba tenía persecuciones y tribulaciones. 

¿Por qué permitió Dios que este aguijón en la carne abofetee a Pablo? La Biblia dice que fue para que Pablo no desarrolle orgullo debido a las visiones y revelaciones que había tenido. 

Por eso, antes que escuches a alguien decir que tiene un aguijón en la carne, sería bueno que le preguntes cuantas visiones y revelaciones ha tenido. Muchos de los que piensan que tienen un aguijón en la carne no han tenido ningún tipo de revelación o visión. En su ignorancia y duda lo único que hacen es permitirle a Satanás que los derrote y los mantenga lejos de las bendiciones de Dios. 

Sin embargo, podrá se que algunos tengan algún tipo aguijón en la carne en algunas de las formas que tuvo Pablo, porque el diablo esta siempre para levantarle problemas y obstaculizar la obra que están haciendo para Dios. Pero noten que Dios dijo: “Bástate mi gracia.” La gracia de Dios nos da poder para levantarnos por encima de las bofetadas del diablo. 

Dios ya nos dio todo lo necesario para vencer la oposición, ya está a nuestra disposición Su gracia para enfrentar cualquier oposición que se levante contra nosotros.

La enfermedad que te aqueja no es un aguijón. tienes la gracia de Dios, su favor inmerecido, que trae sanidad a tu vida por la obra terminada de Cristo en la cruz.


Cuarta Tradición 
Estoy Sufriendo Para La Gloria De Dios 

Otra respuesta típica de la gente que no puede explicar por que motivo esta enferma, en su ignorancia creen que están sufriendo para la gloria de Dios. 

Los que apoyan esta creencia usan, por lo general, el capítulo nueve de Juan, donde se encuentra la historia del ciego que Jesús envió al estanque de Siloé. 

Sus discípulos le preguntaron si había pecado él o sus padres, provocándole la ceguera. Jesús les dijo: “No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.” 

Algunos concluyen con este verso que el hombre nació ciego para que Dios obtenga la gloria con ello. 

Sin embargo, Jesús continuo diciendo: “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entretanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.” Las obras de Dios no se manifestaron en el ciego hasta que Cristo hizo aquello para lo cual fue enviado; cuando sanó la ceguera del hombre. 

¿Qué podemos decir de Lázaro? ¿No dice la Biblia que estaba enfermo para la gloria de Dios? Al leer la historia en el capítulo 11 del evangelio de Juan, vemos que Jesús estaba con sus discípulos cuando le llegaron noticias que Lázaro estaba enfermo. 

En lugar de correr al lado de su amigo, Jesús se tardó a propósito. Le dijo a sus discípulos: “Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella” (verso 4). 

Cuando Jesús legó a Betania con sus discípulos, hacía 4 días que Lázaro estaba muerto. Marta corrió a Jesús y le dijo que si hubiese estado ahí, su hermano no hubiera muerto. Jesús le dijo que era la resurrección y la vida: 

Juan 11:24-26 
24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. 
25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 
26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? 

Poco después, Marta se quejó de la orden de mover la piedra de la tumba que dio Jesús; ella sabía que el cuerpo estaba descompuesto y apestando después de 4 días. Por lo que Jesús le dijo: “¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” (Verso 40). 

Marta no había visto aún la gloria de Dios. No veía la gloria de Dios en su hermano porque aún no se había manifestado. La gloria de Dios se manifestó en la resurrección y sanidad de Lázaro. No solo fue resucitado, sino que también fue sanado de la enfermedad que le causo la muerte. 

Dios es glorificado por la sanidad y la liberación, no por la enfermedad y el sufrimiento. 


Quinta Tradición 
La Enfermedad es la Disciplina de Dios 

Esta es una excusa que es más una forma de traer condenación a la persona enferma; y también de decirles, si es de Dios, sopórtala. 

Es verdad que la Biblia dice: “Porque el Señor al que ama disciplina...” (Hebreos 12:6). Sin embargo no dice: “El Señor enferma al que ama.” 

Es un error tomar una pequeña porción de la Biblia y tratar de probar algo. 

No hay referencia a la enfermedad en este texto. La palabra disciplina no significa enfermedad o dolencia en el texto original griego. 

Al leer el diccionario de palabras griegas de Vine aprendemos que la palabra disciplina significa entrenar a un niño, educar o enseñar. Así como los bebés necesitan ser enseñados y corregidos para poder crecer como niños saludables y adultos, así también los bebés cristianos necesitan ser enseñados y corregidos para crecer y llegar a ser cristianos espiritualmente saludables. Esta palabra en el griego original significa que necesitan ser disciplinados y gobernados. 

Muchos de los problemas de hoy se originan en la falta de disciplina y entrenamiento religioso en el hogar. Los niños deben ser disciplinados, corregidos y entrenados en amor. 

En Mateo 7:9-11 dice: “¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” 

Dios nos entrena y disciplina con mano amorosa, “porque el Señor al que ama disciplina.” 

Así que la enfermedad no viene por disciplina de Dios, no lo acusemos por algo que no hace. 

así que desechemos estas tontas tradiciones y pongamos nuestra confianza en el Padre que nos ama para recibir la sanidad que nos proveyó en la obra terminada de Cristo.








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